El embarazo o parto, es un término que comprende el periodo de gestación reproductivo humano. Éste comienza cuando el espermatozoide de un hombre fecunda el ovulo de la mujer y éste ovulo fecundado se implanta en la pared del útero.
La palabra adolescencia proviene de "adolece" que significa "carencia o falta de madurez", razón por la cual, no es recomendable un embarazo en esta etapa del crecimiento.
La adolescencia es una de las etapas mas difíciles para nosotros como seres humanos, ya que es un estado de madurez en donde se busca una madurez, en la que corremos el riesgo de fracasar o cometer errores que dejarán huela en nuestra vida futura.
El embarazo en la adolescencia es ya un problema social, económico y de salud pública de considerable magnitud, tanto para los jóvenes como para sus hijos, pareja, familia, ambiente y comunidad que los rodea. Algunas personas denominan el embarazo adolescente como la "sustitución de amor por sexo".
Este problema ha ido mejorando gracias a la introducción de temas de sexualidad en las escuelas, pero no se ha generalizado a todas las instituciones educativas, por tal motivo considero que el numero de embarazos no deseados entra adolescentes sigue siendo elevado.
Embarazo adolescente es algo que hay que tomarse muy en serio ya que no solo cambia radicalmente la vida de esas personas a una edad muy temprana sino que tiene ciertos riesgos que pueden ser muy perjudiciales. A pesar de que hay muchísimos métodos a los que recurrir para no quedarte embarazada, lo cierto es que los adolescentes demuestran en esos casos su falta de madurez al no preocuparse por ello hasta que es demasiado tarde.
Quedarse embarazada en la adolescencia supone riesgos de diversos tipos, especialmente físicos, psíquicos y sociales. Aunque tener un hijo sea algo maravilloso, una joven de 16 años, por poner un ejemplo, no está preparada para lo que supone ser madre, y es que a esa edad no tiene todavía una conciencia sobre lo que es la vida o las consecuencias de sus actos.
Riesgos físicos
Los mayores riesgos residen en que a edad adolescente el cuerpo todavía no está preparado para la maternidad, como por ejemplo que el útero no está totalmente desarrollado como para que el bebé se instale allí y después avance hasta el canal del parto para nacer. Además, una adolescente no sabe cuidar todavía de su cuerpo, y suele ser su madre quien se preocupa de su alimentación y forma, lo que puede suponer un peligro para el desarrollo del bebé. Cualquier embarazo en edad adolescente tiene muchas posibilidades de ser considerado de riesgo tanto para la salud de la madre como para la del bebé.
Además, una mujer no alcanza su madurez reproductiva hasta que lleva unos 5 años con la menstruación, con lo que puede considerarse que un embarazo antes de ese tiempo tiene muchos riesgos para la madre y para el bebé. Otro de los riesgos es que la pelvis no suele tener todavía el tamaño necesario para dar a luz, lo que puede provocar serias lesiones en el tracto vaginal. También hay riesgos por trimestres, como por ejemplo que en el primer trimestre la madre puede sufrir infecciones o anemia, en el segundo hipertensión o hemorragias y en el tercero rotura prematura de membranas.
Riesgos psíquicos
Lo principal es que la adolescente no está preparada para lo que supone ser madre, con todo el daño psicológico que eso puede hacer. Muchas adolescentes se suelen encerrar en sí mismas cuando descubren su embarazo en edad adolescente, ocultándolo a todo el mundo, lo que puede dejar unas secuelas psicológicas terribles, especialmente en lo que a su relación con los demás se refiere. Otro de los grandes riesgos viene si el padre del bebé se desentiende del tema, algo que puede afectar mucho a las futuras relaciones de la madre y a la pérdida de confianza que tendrá en los demás.
Riesgos sociales
Los principales vienen motivados por el drástico cambio que un embarazo supone en la vida de un adolescente, lo que lleva a un alto porcentaje a dejar sus estudios, con lo que sus relaciones con los demás se ven minimizadas, al igual que su vida social. Además, muchas se verán rechazadas por su entorno, lo que hará que decidan vivir su embarazo prácticamente solas y sin más contacto que el familiar.
COMENTARIO ..Las jóvenes no debemos influenciarnos por personas que dicen ser nuestros amigos ,porque en realidad no lo son .Así que todas las mujeres no dejarnos llevar por un mal camino,hay que guiarnos bien,pues si no sabemos sobre lo que es tener relaciones sexuales pedir orientación a personas
adultas ,pero siempre y cuando te den unos buenos consejos,.y también pensar antes de hacer las cosas ,protegerse con condón ya que eso previene un embarazo no deseado y previene enfermedades.
·
Quedarse embarazada durante la adolescencia es algo que puede llevar
a que las jóvenes no sólo experimenten cambios físicos y hormonales que
deberían darse en una edad más adulta. Además puede llegar a tener riesgos
psíquicos (que veremos más adelante) y en algunos casos también se pueden
sufrir riesgos tanto para la madre como para el feto.
·
El cuerpo de una adolescente, y sobretodo
las más jóvenes de unos 13 o 14 años no está formado del todo, por lo que
si mantienen relaciones sexuales sin protección (o esta falla) y se queda
embarazada, este embarazo se puede llegar a considerar de riesgo,
y puede ser tanto para la madre como para para el feto. Son muchos los casos de
adolescentes que quedan embarazadas y de manera natural acaban sufriendo un
aborto.
·
A esto se le suma el que las adolescentes y
sobretodo las más jóvenes (repito) no saben realmente cómo cuidar de su cuerpo
ya que es la madre o persona que la cuida la que suele cuidarse de su
alimentación; algo que parece que es una tontería pero lo cierto es que supone
un riesgo en el caso de un embarazo, ya que una mala alimentación puede
llevar a que el feto no esté recibiendo el alimento necesario y acabe muriendo,
o que la madre, por ejemplo, sufra de anemia o desnutrición.
·
Por otro lado, hay que señalar que una
mujer no alcanza su madurez reproductiva hasta después de 5 años de haber
aparecido su primera menstruación; por tanto, hay mayores riesgos
maternos, fetales y pernaleses cuando concibe un embarazo antes de tiempo.
·
Además los diámetros pelvianos de la
adolescente media no suelen ser todavía del tamaño necesario para el paso de un
feto en el momento del parto, y este hecho puede provocar lesiones en el
tracto vaginal.
Otros riesgos a señalar, y en el caso de los distintos
trimestres en los que se desarrolla el embarazo, es que durante los tres
primeros meses la adolescente puede sufrir anemia, infecciones
urinarias y abortos espontáneos; en el segundo trimestre puede
aparecer hipersensible arterial, hemorragias, insuficiente ganancia de
peso, asociada a una deficiente nutrición; y en el tercer trimestre
tener síntomas de parto anticipado o la rotura prematura de membranas.
Hay niñas embarazadas
El riesgo de los embarazos adolescentes es mayor cuanto más tempranamente los jóvenes hacen el amor
La adolescencia
organiza la sexualidad de muchachas y varones, de conformidad con las nuevas
concepciones sociales y culturales. Ya no una sexualidad destinada, de forma
prioritaria, a la maternidad y la paternidad, sino a construir la masculinidad
y la feminidad en un contexto de experiencias placenteras y gozosas en la
relación con los otros.
En la adolescencia, el ejercicio de la sexualidad de chicos
y chicas también prepara para la maternidad y la paternidad. Porque en la
sociedad contemporánea, el hijo y su concepción no son únicamente el producto
de uniones y transformaciones biológicas sino, sobre todo, el efecto de una
preparación corporal, psicológica, académica, económica y social, que comenzó
en la mujer y en el varón desde el momento de su nacimiento.
No basta ser púber. En el mundo contemporáneo, ya no es
posible improvisar la venida de un niño. Ya no se quieren justificaciones para
el nacimiento de hijos e hijas no queridos ni esperados. La adolescencia no es
el tiempo para la maternidad ni la paternidad sino para su preparación.
Sin embargo, numerosas adolescentes quedan embarazadas y
otro tanto número de chicos embarazan a sus amigas o enamoradas. En su infinita
mayoría, los embarazos no deseados han llegado a constituir uno de los más graves
conflictos sociales de algunos países en desarrollo.
El mundo ha cambiado de manera radical. Y no es posible dar
marcha atrás. Mujeres y varones hacen el amor a edades cada vez más tempranas.
Y cuanto más precozmente lo hagan, mayor será el riesgo del embarazo. Hacer el
amor es ir en busca de esa totalidad que se realiza en la unión entre dos. Una
fusión que conduce a ambos a los espacios imaginarios en los que todo es
posible. Mutua absorción en un goce presentido, imaginado y vivido sin palabras
que puedan explicarlo ni justificarlo. No es para nadie más que para los dos, y
permanece como una vivencia única y absolutamente personal.
Pero, a esta experiencia innombrable no se halla exenta de
riesgos, que son más complejos cuanta menos edad posee la pareja amorosa. Y el
primero y quizás más importante riesgo es el embarazo. De hecho, gran parte de
la poca información que se da a la chica en casa y en el colegio respecto a la
primera regla está destinada a prevenir el embarazo. La menarquia adquiere sentido
familiar y social en la medida en que avisa que una mujer es capaz de quedar
embarazada.
De ahí que el "cuidarse de los hombres", como
suelen aconsejar las mamás a sus hijas, no significa otra cosa que un acto
destinado a prevenir el embarazo prematuro, no deseado y fuera del matrimonio.
Así se expresa una niña de 10 años: "A nosotras nos han
dicho en la casa y en la escuela que, una vez que hay el flujo, la mujer tiene
que cuidarse, no tener relaciones sexuales porque se puede embarazar".
En el Ecuador, dos de cada diez chicas que hacen el amor
iniciaron sus experiencias entre los 12 y 14 años. Según los adolescentes, casi
siete de cada diez mujeres adolescentes hacen el amor. Y prácticamente todos,
varones y mujeres adolescentes, conocen casos de chicas de su entorno que han
quedado embarazadas.
Algunas terminan siendo mamás, mientras otras recurren al
aborto como la alternativa para solucionar un problema personal y social para
el que no encuentran otra salida posible. En los sectores populares y
marginales, ocho de cada diez chicas embarazadas tienen el bebé. Las dos
restantes acuden al aborto. En cambio, en los estratos sociales medios altos y
altos, el número de chicas que recurren al aborto es mayor porque en estos
grupos la maternidad adolescente es muy mal tolerada.


No hay comentarios:
Publicar un comentario